Canales, fosos, ríos pequeños: con esta instalación se pueden drenar grandes superficies con una longitud total reducida.
Este tipo de instalación se recomienda para arroyos estrechos y de pendiente suave. Las ataguías flexibles se instalan colocando las bisagras «espalda con espalda».
Quitar barro / jarrón de río
Es imperativo limpiar el fondo del río, donde se colocarán las ataguías, de lo contrario existe el riesgo de que su estabilidad se vea comprometida al momento del llenado (presión hidrostática). Si las fuerzas de fricción entre el fondo y el suelo son insuficientes, la presa puede comenzar a deslizarse.
Métodos de instalación según el tipo de curso de agua.
- Instalación en aguas bravas Primero instalamos la ataguía aguas arriba (ver caso #1, ataguía vertical). La ataguía aguas abajo generalmente puede ser más baja. El flujo aguas arriba se puede desviar a través de una tubería colocada debajo de las presas de cofre flexible o mediante bombas.
- Instalación en agua estancada
En aguas tranquilas, las ataguías se colocan previamente anclando el borde de ataque al fondo del agua. El amarre se realiza mediante estacas colocadas en los anillos metálicos del borde de ataque para evitar el movimiento de la lona hasta que la ataguía esté totalmente presurizada por bombeo.
Deshidratación / Agotamiento de la obra
En la práctica, generalmente hay 3 fases.
- Al principio, descenso muy gradual del nivel de la zona a deshidratar. La lona de la ataguía está solo parcialmente presionada contra el suelo, la impermeabilización es parcial, de ahí la importancia de un buen lastre en el borde de ataque.
- Luego, la caída del nivel se acelera a medida que la ataguía aumenta la presión.
- El último tercio suele ser el que requiere más potencia de bombeo, especialmente si la altura de la ataguía es importante y el suelo es poroso. Pueden ocurrir exurgencias en el área a secar según el principio / ley de los vasos comunicantes.